Casa de misa~

- Cállate..- la mordió de nuevo el labio, haciendo mas profunda la anterior herida. Salía mas sangre y Zero la bebió. Era demasiado poca..Poca sangre.

No..!
-Lo decia entre pena-
¡Sueltame!

- Calla por favor...- bajo hasta su cuello y lo lamió lentamente.

¡Que no!
-Cerré los ojos y apreté los dientes-

Sin pensarlo dos veces lo mordió y empezó a succionar sangre.

-Apreté el puño lo más fuerte que pude-
De..dejame!
-Lo empujé y al menos pude quitarle los colmillos de mi cuello,abrí la puerta del cuarto y salí-

Buscó a Misa y la encontró, sus ojos se volvieron morados, como siempre: se tranquilizo.

- Misa! lo siento...no era yo! - grito

-Miré a Zero y me toqué el cuello-
Que..¿Que paso?
-Dije atemorizada-

- No sé..creo que necesito sangre..

No..no te acerques a mi ahora ¿Vale?...Tranquilo Zero,metete en el cuarto.
-Dije mientras lo miraba fijamente-

- Pero..sino bebo sangre morire.

Pues sal de mi casa y ve a buscar sangre,porque de la mia no

- No sé...Quiero la tuya.

No..la mía no!
¿Por qué la mía?

Se relamió.

- No sé..esta buena..Tiene buen olor.

-Me alejé un poco más-
¿Cuándo se te pasará esto?

- Cuando tome tu sangre..Me calmaré un poco. - suspiró un poco. - ..Creo. Además de que no se cuando perderé el control sobre mi mismo.

No puedo dejar que me muerdas..espera..
-Cogí cualquier cuchillo de la cocina y me rasjé un poco la mano,eche la sangre que eché en un botecito y me tapé la raja-
Ahí tienes,es lo único que puedo hacer..

- No...necesito morderte..a ti..- se acercó a ella y la curo la herida.

-Lo miré asustada-
...

Agarró su mano.


- ¿Me dejarás..? Procuraré no hacerte daño.

-Tragué saliva y asentí-
Pero..¿Eso no me matará no?

- Claro que no..Sólo sentirás raro. Pero no pasará nada mas.

Vale...*Glup*

Me acerqué a su cuello y lo lamí.

- Amo tu sangre..